El protector solar es un básico en toda rutina de belleza de día. Alrededor de este indispensables hay mitos, por ello Natalia Olmo, creadora de la firma de cosmética natural y ecológica Maminat quiere desvelar las realidades que hay detrás, para que puedas usarlo de forma eficaz y segura.

  • MITO: si está nublado, no hace falta usar protector solar

REALIDAD: ¡claro que hay que usarlo! Los rayos UV pueden colarse entre las nubes. La piel se bronceará aunque el cielo esté cubierto por nubes.

  • MITO: el protector solar sólo hace efecto si lo aplico 30 minutos antes de tomar el sol

REALIDAD: solo ocurre con un filtro solar químico. Sin embargo, si se apuesta por un filtro solar físico como el de Maminat, sólo con aplicar el protector desde el momento en el que se va tomar el sol, suficiente.

  • MITO: si no uso protector solar, estaré más morena

REALIDAD: más que bronceada, probablemente, las quemaduras aparecerán y además de un problema físico, afecta a la salud de nuestra piel de forma considerable.

  • MITO: el protector solar pierde completamente su efecto al entrar en el agua.

REALIDAD: depende. Si el baño es muy largo, es probable que la crema haya desaparecido. Si después uno se frota con una toalla, la mayor parte del producto desaparecerá, No pasará igual si el baño es corto. “Nuestra recomendación es que después del baño y con la piel seca, hay que aplicar de nuevo la crema solar” Indica Natalia Olmo.

  • MITO: El protector solar del año pasado ya no vale.

REALIDAD: como cualquier otro cosmético, tienen su propia fecha de caducidad. “En el caso de Maminat, nuestros protectores tienen una fecha de caducidad de 18 meses desde que lo fabricamos. Mientras que tu protector esté sin caducar y lo hayas mantenido en un lugar fresco y seco” tendrá efectividad.

  • MITO: no existe diferencia entre filtro solar químico o físico

REALIDAD: los filtros químicos están compuestos por orgánicos sintéticos que derivan del petróleo. Suelen componerse de Oxibenzona, Cinamatos, Alcamfor, BAPA, Benzofenonenes y estos pueden ser, como otro tipo de ingredientes en cosmética, disruptores hormonales y son más susceptibles de producir alergias. Mientras tanto, los filtros físicos son partículas naturales de origen mineral como el óxido de zinc o el dióxido de titanio fundamentalmente. Y siempre, por supuesto, sin nanopartículas. Son sustancias naturales que no suelen provocar alergias en aquel que las utiliza.

  • MITO: el filtro solar físico es menos eficaz que el químico

REALIDAD: la mayor comodidad que suele tener el filtro solar químico es que es muy fácil de untar y se absorbe muy rápido, pero penetra en nuestra piel; es decir, que la piel absorbe las sustancias perjudiciales para nuestra salud que pueden tener estos filtros solares. Del mismo modo, un protector solar con filtros químicos se debe aplicar unos 30 minutos antes de exponernos al sol.

Los filtros físicos, por el contrario, NO penetran en nuestra piel. Actúan como si se tratara de una pantalla. Cuando los rayos de sol llegan, se ven reflejados en la propia crema solar.“Esto es maravilloso porque, aunque son beneficiosos para el organismo, nuestro cuerpo no se alimenta de ningún tipo de sustancia. Puede ser más untuosa al principio, pero ¡vale mucho la pena!” señala Natalia Olmo.