Las proteínas son esenciales para transportar moléculas nuevas, reparar y crear células, además de proteger al cuerpo de bacterias y virus. Están compuestas primordialmente por aminoácidos. Cuando no se ingiera la cantidad adecuada se produce pérdida de masa muscular, debilitamiento del corazón y pulmones.

Aportes de gran valor

Por ello la importancia de integrarlas en la dieta, a pesar de que seas vegetariana. En comparación con las proteínas animales, las versiones vegetales tienen un menor contenido de aminoácidos esenciales; sin embargo, se ha demostrado que esa reducción tiene un efecto preventivo en problemas cardiovasculares, a través de la regulación del colesterol, y enfermedades degenerativas crónicas.

Un estudio publicado en la revista Nutrients, comprobó que la ingesta de proteínas vegetales, mejoró el perfil de la microbiota, pues reducía los microorganismos causantes de enfermedades e incrementaba las especies protectoras, incluso redujeron los niveles de inflamación.

Selección adecuada

Obtendrás múltiples beneficios en función de las proteínas vegetales que elijas:

  • Leguminosas, poseen altas concentraciones de hierro, lo cual asemeja su valor a la proteína animal, que aumenta la producción de glóbulos rojos. El organismo las absorbe mejor y ayudan a agilizar el tránsito intestinal al ser ricas en fibra. Incluso son ideales para los deportistas, pues reparan el tejido muscular.

Elige: frijoles, alubias, lentejas, garbanzos.

  • Mantequilla de frutos secos, fuente de grasas no saturadas que benefician la salud cardiaca; han demostrado ser excelentes para controlar el colesterol. Al equilibrar las hormonas y los niveles de azúcar, son eficientes para brindar saciedad y evitar los atracones. Gracias a su cremosidad el cuerpo las absorbe rápidamente.

Elige: entre las versiones de cacahuate o nueces o almendras o avellanas.

  • Verduras de hoja verde, enriquecen tu nutrición gracias a que tienen una variedad de vitaminas entre las que destacan la K, E, y C, además de contener minerales como el magnesio o zinc. Son esenciales para mantener la piel saludable y reducen los niveles de mortalidad en personas jóvenes, según un artículo publicado en JAMA Internal Medicine.

Elige: espinacas, coles de Bruselas y brócoli.

  • Avena, es rica en la fibra soluble betaglucano con propiedades fermentables que alimentan a los prébioticos, que se alojan en el intestino y forman parte de las bacterias buenas de la microbiota intestinal.

Elige: la versión natural que no ha sido procesada en cereales de caja, para obtener todos los beneficios de su fibra.