Ocho de 10 mexicanos sufren de obesidad, lo que significa que México ocupa el cuarto lugar a nivel mundial. No sólo es un problema que afecta la autoestima, también produce otras alteraciones como presión arterial alta, apnea del sueño, niveles elevados de colesterol y triglicéridos e incluso diabetes.

Probióticos al rescate

En tu sistema digestivo habita una colonia de microorganismos, que en balance son aliados de tu salud, mejor conocida como microbiota intestinal. Los probióticos son bacterias benéficas, que pueden ayudar a equilibrarla y reducen el riesgo de sufrir ciertas enfermedades.

La disbiosis, que se presenta por un desbalance en la microbiota intestinal, provoca inflamación, que reduce la eficiencia del sistema inmune y genera problemas gastrointestinales, hígado graso e incluso obesidad.

El sistema digestivo por si solo produce muy pocas enzimas digestivas, por ello requiere la ayuda de las bacterias intestinales para realizar efectivamente el trabajo de la digestión. Al ingresar microorganismos benéficos mientras comes provocas una repoblación en los intestinos, que proliferarán, es decir, se convertirán en un ecosistema aliado de la salud digestiva, de acuerdo con Plos Biology.

La cepa de probióticos Bifidobacterium Lactis BPL1, no sólo ayuda a fortalecer el sistema inmune, también baja los niveles de colesterol, además reduce la grasa visceral; una de las más peligrosas, que rodea los órganos internos de la cavidad abdominal.

Ha demostrado su habilidad para disminuir el apetito al aumentar la producción de adiponectina, que mejora la capacidad de los músculos para obtener energía de los hidratos de carbono, incrementa el metabolismo por lo que eleva la velocidad con la que el cuerpo descompone la grasa y frena el apetito.

En casos de obesidad la adiponectina es una aliada, al acelerar la tasa metabólica y quemar grasa sin que multiplique el apetito, según investigaciones realizadas por la Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania.

Cómo consumirlos

Los expertos sugieren ingerir una toma al día de Microbiot Fit, que contiene probióticos de la cepa Bifidobacterium Lactis BPL1, en el desayuno con los alimentos para asegurar que se mantengan vivos en los intestinos. Se sugiere consumirla durante tres meses. No produce efectos secundarios, cuenta con el certificado Recognized As Safe por la FDA. No contiene maltodextrina y es libre de gluten.