Tras la llegada del COVID a nuestras vidas hemos reconsiderado muchos de sus aspectos, la forma en que interactuamos socialmente, limitamos nuestro tiempo al aire libre y en la sociedad, lo que ha provocado modificaciones en el estilo para trabajar, comunicarnos con nuestros seres queridos y hasta al descansar.

Estos cambios han afectado nuestro estilo de vida, pero lo que ha permanecido, es el deseo de vivir en armonía y comodidad en el espacio en el que habitamos. En un momento en el que nuestro hogar se ha transformado en la principal garantía no solo de la salud física sino también psicológica, el interiorismo consciente se ha convertido en una de las principales y más eficaces formas de influir en la calidad de vida.

Los beneficios del diseño biofílico

En la firma de diseño MARIANGEL COGHLAN, nuestra prioridad en cada proyecto son las personas, por ello apostamos este año especialmente por el diseño biofílico. ¿En qué consiste?

Las restricciones de movimiento provocaron una actitud particularmente reverente con la naturaleza y nuestra comunión con ella. En esta premisa quizás radique la clave de uno de los grandes cambios en el interiorismo de las viviendas de los últimos meses: el deseo de llenar los espacios de la casa con elementos orgánicos y de integrar el interior con el exterior.

El diseño biofílico ofrece una amplia gama de soluciones que fortalecen la conexión con el medio ambiente, desde el empleo de plantas y flores, hasta la creación, cuando es posible, de grandes ventanales que permiten la entrada de luz natural y abren el acceso al paisaje circundante.

La eficacia y los beneficios del diseño biofílico en estos tiempos tienen una base científica en la que el estado de salud física y mental es prioritaria. Los interiores inspirados en la naturaleza se están convirtiendo en un arma poderosa para la búsqueda de nuestro bienestar, especialmente para los habitantes de las grandes ciudades.

El diseño biofílico puede incluir elementos como papel tapiz floral relajante, plantas naturales, texturas de madera, ventanas con vista al exterior, techos de vidrio y cualquier cosa que ayude a los usuarios a sentirse parte de la naturaleza, reduciendo los niveles de estrés y ansiedad. Las ventanas grandes pueden brindar no solo acceso a las vistas al aire libre, también permiten el acceso a la luz natural, lo que agrega vitalidad al interior y brinda a los residentes una dosis saludable de vitamina D.