Son esenciales para preparar aderezos o cocinar, conoce algunas de las bondades de una amplia gama de ellos:

Aceite de aguacate

Posee tres tipos de grasas: saturadas, aunque una cucharada equivale a tan sólo 2 g, por lo que está en los rangos saludables ya que la American Heart Association sugiere elegir aceites con menos de 4 g; tiene 2 g de grasas polinsaturadas que brindan efectos benéficos al corazón; es ampliamente reconocido por su alta concentración de grasas monoinsaturadas que incrementan el colesterol bueno.

Su carga glicémica es de cero y tampoco tiene carbohidratos. Sin embargo, es valorado por su amplia dotación de ácido oleico apto para mantener saludable el corazón.

Aceite de coco

¿Sabías que los ácidos grasos que contiene estimulan la quema de grasa? De acuerdo con información de American Heart Association, proporciona energía al cerebro y reduce los riesgos de sufrir afecciones cardíacas.  

Debido a que logra que el cuerpo metabolice de diferente forma las grasas, es eficiente para reducir el hambre, según un artículo publicado por Wiley Obesity (Silver Spring MD.)

Está compuesto por ácido láurico, que ayuda a destruir bacterias, virus y hongos, lo que le confiere poderes antimicrobianos.

Aceite de ajonjolí

Reduce los efectos nocivos de los radicales libres porque contiene sesamol y sesaminol, dos poderosos antioxidantes con propiedades antiinflamatorias; se ha usado con éxito para tratar dolores de articulaciones y de muelas, según un análisis realizado por Iran University of Medical Sciences. 

También tiene la habilidad de disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos, así que sugiere emplearlo en lugar de aceites saturados en grasas. Contribuye a la regulación de azúcar en la sangre, así que es apto para personas con problemas de diabetes.

Cualquiera de los tres, le brindan sabores excepcionales no sólo a los aderezos, también en la preparación de platillos y carnes suelen ser excelentes aliados.