Sin lugar a dudas Uriage Thermal Water, es un básico en mi rutina de belleza, pero con el paso del tiempo y el uso frecuente, he descubierto que puede ser de gran ayuda para resolver otros problemillas.

Primero que nada, es importante que sepas que es rica en sales minerales, oligoelementos y es traída desde el corazón de los Alpes Franceses, por eso tiene más virtudes que simplemente hidratar el rostro. Veamos sus bondades:

  • Es ideal para re-establecer la microbiota cutánea, un ecosistema conformado por un conjunto de microorganismos como bacterias, hongos, virus y parásitos, que cuando pierden su equilibrio dejan de actuar como una barrera de defensa. Cuando está en desbalance es fácil que se presenten alteraciones de la piel como psoriasis y acné.
  • Gracias a que es calmante, puedes emplearla para rociar la piel cuando se encuentra irritada tras una larga exposición solar. No sólo bajará la irritación, también es probable que desaparezca el enrojecimiento.
  • En los días calurosos rociarla sobre el rostro, no sólo lo refrescará también lo hidratará y te olvidarás de que luzca cuarteada por la sequedad.
  • Incluso es posible emplearla si sufres de dermatosis en los párpados, que genera comezón, inflamación e irritación.
  • El constante estrés provoca que el cutis tenga una apariencia opaca, pero al aplicarla conseguirás devolverle la luminosidad perdida. Yo siempre la rocío antes de una video conferencia, pues consigue que mi cutis se vea radiante en un abrir y cerrar de ojos.  
  • Vital para asegurarte de que no queden rastros de cosméticos o polvo en la piel tras la limpieza. Yo humedezco una almohadilla de algodón con el Uriage Thermal Water y la deslizo del centro del rostro hacia las sienes y después aplico mi crema de noche o de día.