Que las molestias no sean un motivo para que abondenes el ejercicio, recuerda que optimiza tu sistema inmunológico para evitar la invasión de virus patógenos que puedan producir infecciones, agiliza la circulación sanguínea con lo que se mejoran los procesos de regeneración y reparación e incluso libera endorfinas que facilitan que te sientas de excelente humor.

Regresando al punto, algo hay de cierto que el ejercicio produce dolor, especialmente si tu rutina o entrenamiento está basado en ejercicio cardiovascular o con pesas; pero también suele presentarse en una clase de Pilates o de yoga, porqué las posturas se prolongan y son parte de la práctica.

Se manifiesta debido a que el cuerpo se estresa cuando estás rebasando tus límites físicos, pero al final te ayudará a mejorar tu rendimiento.

¿Cuáles son sus síntomas inmediatos?

Una leve incomodidad, que te hace pensar que ya no puedes más; pero no te roba el aliento.

– Sensación de ardor, especialmente cuando estás en una rutina de pesas o incrementas las cargas y en zonas focalizadas como brazos, piernas y glúteos. Desaparece inmediatamente después de que cambias a otro ejercicio.

– Incluso fatiga, si estás efectuando una rutina muy intensa.

¿Hay signos tardíos?

En efecto, hay otras señales que comienza después de terminar tu sesión:

– Ocasionalmente te sientes toda tiesa.

– O la sensación de fatiga puede comenzar horas después o al despertar, en ciertas áreas de tu cuerpo.

Pero, ninguna de las molestias te impide moverte o continuar con tu ritmo habitual de vida.

¿Por qué se presentan?

– Una de las causas es la acumulación de ácido láctico, por el esfuerzo extra que realizan los músculos.

– Suele obedecer a un aumento de la intensidad, una rutina nueva e incluso una clase diferente de ejercicios. En un par de días te olvidarás de las molestias.

– Lesión en las fibras musculares o los tejidos conectivos, que sólo se aprecian con un microscopio.

– Al aumentar la masa muscular se experimenta cierto estrés durante la actividad.

– Sin embargo, también se deben a una postura incorrecta o técnica inadecuada, por ello siempre debes buscar asesoría especialmente al ejercitarte con pesas.

¿Cómo saber si es grave?

– Detente por unos minutos, si la molestia desaparece, continua con tu entrenamiento. Hormigueo o entumecimiento, indica posturas inadecuadas que pueden generar otros problemas. Pero, si el dolor afecta tu rendimiento deportivo o tu capacidad de mantenerte en movimiento como caminar o dormir, no es normal. En este caso, probablemente requieras una visita al médico para que valore.