Este tipo de procedimiento quirúrgico se usa para resolver algunas afecciones ginecológicas. Sin embargo, existen nuevos evidencias que demuestran que genera depresión y ansiedad, según una investigación realizada por Mayo Clinic.

Los investigadores descubrieron un aumento absoluto del 6.6 por ciento en el riesgo para depresión y del 4.7 por ciento para ansiedad en el transcurso de 30 años, comenta la autora experta del trabajo  Shannon Laughlin-Tommaso, ginecobstetra de Mayo Clinic. En las mujeres sometidas a histerectomía entre los 18 y los 35 años de edad, el riesgo de depresión fue mayor, con un aumento absoluto del 12 por ciento en el transcurso de 30 años.

“Nuestro estudio revela que la extirpación del útero puede conllevar más efectos sobre la salud física y mental de lo que anteriormente se pensaba. Debido a que las mujeres con frecuencia se someten a una histerectomía mientras son jóvenes, es importante saber los riesgos que, incluso años más adelante, se relacionan con el procedimiento”, comenta Laughlin-Tommaso.

La especialista dice que para las afecciones ginecológicas benignas, existen varios tratamientos que podrían evitar la histerectomía. “Hay que intentar esas alternativas antes de pasar a la histerectomía, sobre todo en las jóvenes”, añade.

Una segunda investigación, realizada también con datos del Proyecto Epidemiológico de Rochester, descubrió que las mujeres a quienes se les extirpó ambos ovarios sin la justificación de un cáncer eran más proclives a tener de antemano trastornos del estado de ánimo, de ansiedad y otros trastornos psicológicos menos frecuentes. La revisión de expedientes médicos de mil 653 mujeres premenopáusicas arrojó que el procedimiento se hizo para evitar o minimizar el riesgo de cáncer de ovario o de mama.

Los investigadores identificaron numerosas afecciones psiquiátricas que posiblemente influyeron sobre las mujeres para que decidieran solicitar la cirugía o para que un médico de cabecera o un ginecólogo la recomendaran o sugirieran.