Una dieta saludable no sólo sirve para nutrirte, también juega un papel preponderante en tu estado de ánimo. Incluso es apta para llenarte de energía y mejorar la concentración.

Debes saber que tu intestino no sólo sirve para digerir alimentos, posee células nerviosas y conexiones cerebrales, que se encargan de enviar mensajes al cerebro;por lo que es posible que se generen cambios de humor, como cuando te sientes estresado y el apetito desaparece. De acuerdo con un reciente estudio publicado en la revista Natures Communications, ciertas bacterias desarrollaron un comportamiento ansioso, cuando se expusieron en un ambiente estresante.

Los científicos concluyeron que se relaciona con la cantidad de probióticos, estimulantes del crecimiento de las bacterias buenas. Se ha demostrado que ciertas cepas reducen la ansiedad, al producir diferentes neuroquímicos como GABA, que reduce el estrés; dopamina que desempeña un papel en las emociones placenteras; y la serotonina,promotora del sueño y causante del sentimiento de satisfacción, para soportar las tensiones.

Elecciones adecuadas

Sólo es cuestión de elegir correctamente los nutrientes para optimizar esas funciones:

Los cereales integrales, son ricos en carbohidratos y favorecen la conversión de triptófano a serotonina.

Los frutos secos, son una fuente de magnesio que genera un efecto anti estrés y reduce la ansiedad. Se ha comprobado que la deficiencia de este mineral provoca fatiga, pérdida de apetito y cambios de personalidad, de acuerdo con el National Institutes of Health Office of Dietary Supplements.

El cacao tiene flavonoides, un componente antioxidante y antiinflamatorio que ha demostrado capacidad, para mejorar el rendimiento en los atletas, gracias a que es una fuente de energía. Además favorece la liberación de endorfinas productoras de bienestar, es como un analgésico natural, que disminuye el dolor tras una sesión de ejercicios, pero también proporciona un estado eufórico de felicidad. Al mismo tiempo genera serotonina, que se conoce como un estabilizador del estado de ánimo; por ello, es uno de los principales agentes terapéuticos, para tratar la depresión.

Probióticos, existe evidencia que el cerebro tiene comunicación con la microbiota intestinal, por lo que la ingesta de algunos probióticos no sólo mejora el estado de ánimo, sino que también optimizan la memoria. De hecho, un estudio publicado en Frontiers of Neuroscience, demostró que las personas con Alzheimer,  que tomaron probióticos experimentaron efectos positivos, en las funciones cognitivas como el aprendizaje. Encuéntralos en el yogur natural o griego y kéfir.