En el actual mundo del home office, es vital que lo consideres como tu propio santuario y como tal debes brindarle una limpieza excepcional, ya que a pesar de que sólo tú trabajes en ese pequeño espacio también se ensucia y es susceptible a albergar microorganismos patógenos. Incluso pueden compararse con los que encuentras en casa.

Es una realidad, en un estudio realizado entre 900 personas,  tras enviar varias muestras al laboratorio para ser analizadas, encontraron que el mouse es el más sucio y que podía estar cubierto hasta por 4 000 0000 UFC (unidades formadoras de colonias), por cada 64 centímetros cúbicos. 3,448 veces más bacterias en tu inodoro. Lamentablemente los monitores, teclado y hasta los auriculares, también suelen ser un caldo de cultivo para los gérmenes.

Por lo tanto, tu escritorio requiere limpieza profunda, al menos una vez por semana. Obvio debes extremar precauciones, para evitar un corto circuito que pueda tener consecuencias fatales en tus dispositivos electrónicos.

  • Lo ideal es humedecer una franela con alcohol isopropílico, que sirve para limpiar los equipos de cómputo, como: teclado, mouse, cables y hasta el monitor. Incluso lo podrías emplear en tus lentes, ya que es de rápida evaporación. LO mejor es que no solo elimina bacterias, también elimina las partículas de polvo o suciedad.
  • Trata de usar un trapo confeccionado con microfibra y diferente para cada equipo, para evitar la transmisión de un objeto a otro.
  • El teclado y el mouse, tienen ranuras o pequeños orificios, en esos sitios que parecen inalcanzables, prefiere los bastoncillos de algodón.
  • Evita tener papeles en el escritorio, pues en ellos se concentran las bacterias y el polvo.
  • Incluye en la limpieza, plumas y lápices, además de contenedores.
  • Se sugiere que te laves las manos entre la limpieza de cada objeto, para evitar que haya una transferencia de gérmenes patógenos.
  • Antes de salir del baño recuerda lavarte las manos.
  • No se te olvide limpiar la silla y especialmente los descansabrazos.