Es real, un rostro luminoso es sinónimo de salud, juventud e incluso felicidad. Cuando está opaco, incluso se acentúan las líneas de expresión y pareces triste. Afortunadamente, existe una gran variedad de estrategias para que vuelva a lucir espectacularmente iluminado.

  • Integra un suplemento de colágeno en tu desayuno, basta con agregar una cucharada de tu favorito a tu licuado. Con el paso de los años se ralentiza la producción en el organismo, pero al tomarlo puedes estimular el proceso de renovación celular y estimular a los fibroblastos. No sólo recuperarás la vitalidad en la piel, también volverás a brindarle firmeza. Recuerda, que la constancia es importante para ver resultados.
  • La exfoliación es una gran aliada para remover impurezas y células muertas que se acumulan en la superficie cutánea y que brindan un aspecto grisáceo. Prueba a exfoliar suavemente con miel y un poco de azúcar. En el resto del cuerpo basta cepillar en seco de los pies a los brazos, además conseguirás que tengan un textura suave.
  • Consume grasas saludables que tienen la habilidad de mejorar las membranas celulares, que serán más eficientes para protegerte de los disparos del medio ambiente como contaminación y radicales libres. Encuéntralos en el salmón, nueces, semillas de chía y aguacate.
  • Antes de acostarte realiza un masaje facial en tu rostro, no sólo exterminarás la tensión acumulada, también agilizarás la circulación sanguínea y promoverás la eliminación de toxinas. Procura aplicar un aceite rico en vitamina E como el aceite esencial de rosa Mosqueta que brindará un aspecto terso.
  • Apuesta por alimentos antioxidantes, que también crean escudos que impiden que el medio ambiente dañe las células y se genere un aspecto cuarteado en la dermis. Algunas opciones son los frutos rojos, la guayaba, las verduras de hojas verdes y hasta el chocolate oscuro.