Lo ideal es realizarlo dos veces al año, no sólo para purgar lo que ya no usamos, también para arreglar las ropas por temporada. La premisa es lograr que al seleccionar tus atuendos la elección sea más sencilla y que el resultados sea glamoroso.
Estás lista para comenzar:
- ¿Quieres sentirte cómoda ahora que pasas más tiempo en casa? Busca las prendas holgadas que tienes en tu closet, te sentirás sorprendida, de lo que encuentras. La idea es que las coloques en un área visible, pero no deben ocupar el lugar preponderante. Te permitirá hacer combinaciones atrevidas, como unos leggins con un blusón con unos sneakers.
- Sin embargo, no relegues en el closet las prendas que se ajustan a tus curvas, la idea es que te sientas cómoda en casa, pero sin perder el estilo chic. Lo mejor, cuando las uses elevarás tu estado de ánimo, pruébalo un día que te sientas fatigada desde que abres los ojos al despertar, notarás una gran diferencia.
- Elimina los ganchos de plástico y cuelga tus prendas en unos confeccionados con algodón. No sólo se verán más estéticas, también se verán más atrayentes desde el fondo del closet. Te sorprenderá el espacio que liberan.
- Seguro tienes algunas prendas que te traen recuerdos especiales, pero sabes que es poco probable que las uses. Si quieres guardar el vestido con el que fuiste a tu graduación o el de la cena en la que te propusieron matrimonio, guárdalas en contenedores transparentes y ubícalos en la parte alta del closet, la finalidad es que no le roben espacios a las prendas que empleas en el día a día.
- Definitivamente es el momento de sacar esa pijama que ya no le sirve el resorte o ese suéter que ya se lleno de demasiadas bolitas, ya que difícilmente las repararás y también restan espacio.
- No olvides reorganizar tus accesorios, para que sea fácil combinarlos y que no pierdas tiempo tratando de desatar los nudos.