Seguro lo has sentido, te encuentras disfrutando de una tarde de películas con los amigos, cuando de repente miras el reloj y sientes que un escalofrío te recorre; porque no has actualizado el reporte que dejaste inconcluso el viernes; o no respondiste al mail del cliente recibido después de las 7:00 P.M el viernes; o todavía no sabes cómo vas a responder en la próxima junta, sobre una nueva propuesta.

Lo peor, es que ese tipo de pendientes, se suscitan todos los domingos sin importar qué hagas o tengas pendiente. No estás solo, los estudios revelan que el 80% de los profesionales se preocupan el domingo por lo que ocurrirá la próxima semana; lo cual inevitablemente roba la paz mental y te sumerge en un estado de ansiedad.

Enemigos al acecho

Existe una variedad de posibles detonantes que arruinan tus últimas horas de descanso el domingo como:

  • Una carga de trabajo excesiva, que lamentablemente parece no terminar, porque mientras terminas un proyecto, ya te aguardan otros más. Es muy común que se planee trabajar el fin de semana, aunque eso signifique renunciar al descanso y al tiempo con la familia.
  • Estrés pandémico, el agotamiento y la angustia que ha producido la larga pandemia, también se cuela en el trabajo, pues te da miedo perderlo, si es que lo conservaste o lo acabas de encontrar, son escenarios aterrorizantes.
  • Falta de descanso, las constantes preocupaciones nunca se detienen en tu cerebro y suelen provocar insomnio.  Una mala dieta, también podría ser responsable de la falta de sueño, lo cual reduce la productividad. Por ello, todas las  tareas que no terminas, las guardas para el fin de semana y se convierten en un círculo vicioso.

¿Cómo puedes olvidarte de ese miedo aterrador los domingos?

  • Lo primordial, es evitar la tentación de llevar trabajo a la casa o dejarlo para realizar el fin de semana. Necesitas descansar.
  • Bloquea tu calendario para efectuar actividades que te recarguen, como una larga caminata, pasar tiempo con tus seres queridos y hasta tomar una siesta.
  • Crea una lista de actividades el lunes por la mañana y trata de ir tachando, al final de la noche repasa si hay pendientes y colócalos al inicio del día martes. Continua así día tras día, para evitar tengas un cúmulo de pendientes el viernes y que se traduzcan en un domingo lleno de angustia.