No sólo se trata de agua y jabón, actualmente existe una gran variedad de productos que te ayudan a realizar la limpieza facial. Sin embargo, es indispensable emplearlos correctamente. Te voy a dar algunos tips, para que lo hagas como toda una experta.
- Si tu limpiador requiere de la asistencia del agua para eliminarlo, es indispensable que la temperatura esté fría o tibia, nunca caliente, pues sólo conseguirás resecarla.
- ¿Tienes el cutis graso? Olvídate de aquellos limpiadores que tengan entre sus ingredientes alcohol, también resecarán la piel.
- Cuando uses toallas limpiadores, no frotes en exceso la piel, ya que la irritarás o incluso activarás las glándulas sebáceas que reaccionaran emitiendo una película grasa y sólo crearás el efecto contrario a la limpieza.
- Tampoco se sugiere el uso de zacates, pues dejarán un rastro enrojecido y también suelen irritar.
- No abuses del exfoliante facial, lo ideal es emplearlo sólo una vez por semana.
- La piel de los ojos es más delgada que el resto de la piel del cutis, por ello indicado es aplicar un producto especializado para la zona; poseen emolientes que la tratan con delicadeza.
- En los ojos, no frotes en círculos las almohadillas del algodón, lo ideal es hacerlo del centro hacia afuera y sin presionar excesivamente.
- Nunca te vayas a la cama con el maquillaje, es importante retirarlo para que tu piel logre respirar y realizar sus funciones regenerados a cabalidad.
- Por las mañanas también es vital limpiar, para retirar las impurezas que la dermis excretó por la noche.
Selección adecuada
También es importante que leas las etiquetas y adquieras el producto ideal para tu tipo de piel. Prefiere un gel para las pieles grasas y una fórmula cremosa para un cutis seco, en este caso la opción puede ser Cleansing Cream de Uriage, que al limpiar respeta la capa hidrolipídica y protege de los efectos resecantes del agua calcárea.