¿Sabías qué cuando tus niveles de azúcar están fuera de control, es muy probable, sientas fatiga, pérdida de la concentración e irritación? Además, de acuerdo con Smart  Nutrition, también desencadena síntomas físicos como dolor de cabeza, se incrementa la sed, aumenta la necesidad de orinar y la piel luce seca.

Si el problema se vuelve crónico por el tipo de dieta que llevas, por qué te saltas las comidas o vives sometido a estrés, tu cuerpo comenzará a ignorar los mensajes y ofrecerá resistencia a la insulina; debido a ello, se elevarán los niveles de azúcar en la sangre, también se genera un aumento de peso e incluso puede detonar la diabetes tipo 2.

Incluir algunos hábitos en tu estilo de vida, suele ser la solución para obtener el equilibrio de azúcar en la sangre y por tanto, reducir el riesgo de sufrir de diabetes. Prueba:

  1. Dormir adecuadamente, cuando hay insomnio, se elevan las hormonas del estrés como el cortisol y a su vez disparan el azúcar. Los expertos sugieren dormir entre siete y ocho horas diarias para que tu cuerpo se regenere y se recupere. Realizar una meditación antes de acostarte puede relajarte y lograr el cometido.
  2. Balancear tus comidas, asegúrate que tu plato posea proteína, fibra y grasas monoinsaturadas, las cuales mantendrán estables tus niveles de azúcar y evitarán antojos de cosas dulces entre comidas.
  3. Restringir el consumo de carbohidratos, en especial los refinados, que posee el pan blanco, la pasta, el arroz blanco, los panques o galletas dulces. Prefiere los carbohidratos de lenta absorción, como los provenientes de granos como la avena, el arroz integral y verduras que además tienen vitaminas y minerales.
  4. Evitar las cenas copiosas y tarde, pues tu cuerpo se vuelve más resistente a la insulina, a medida que avanza el día. Así, una cena abundante, disparará los niveles de azúcar en la sangre; por ello los nutriólogos, sugieren comidas más fuertes en el desayuno o la comida y cenar al menos dos o tres horas antes de acostarte.
  5. Ejercitarse regularmente, mantiene en equilibrio los niveles de glucosa que provee de energía a tus músculos los cuales la queman. Lo mejor aumenta la sensibilidad a la insulina, permite a tus células absorber la glucosa para que la usen como energía.