Los expertos de Mayo Clinic han encontrado que es una solución efectiva para tratarla. Si bien existen medicamentos más nuevos, se ha comprobado que las inyecciones de bótox ayudan a controlar los dolores de cabeza crónicos. Pero entonces es importante saber; ¿Cuán seguras son estas inyecciones? ¿Cómo funciona? ¿Cuál es el plan de tratamiento? ¿Se debe tomar otro medicamento para el dolor de cabeza?

¿Cómo se aplica?

El medicamento por lo general se inyecta en los músculos de la frente, del cuero cabelludo, del cuello y de los hombros. Se desconocen los detalles específicos acerca de cómo actúa el bótox para impedir los dolores de cabeza. No obstante, es probable que los receptores de dolor los capten en los nervios de los músculos. Luego, el medicamento desactiva los receptores de dolor y bloquea las señales de dolor que los nervios envían al cerebro.

Sin embargo, el dolor no desaparece de manera permanente. Tras varios meses, los nervios desarrollan nuevas fibras de dolor y los dolores de cabeza tienden a regresar. El efecto del bótox suele durar aproximadamente dos meses y medio. Debido a que deben pasar tres meses entre cada aplicación de las inyecciones, algunas personas necesitan otros tratamientos para el dolor de cabeza durante las últimas dos semanas de un ciclo de bótox.

Alerta

No se administran con mayor frecuencia porque existe una pequeña posibilidad de que si recibe bótox con mayor frecuencia, el cuerpo podría desarrollar anticuerpos contra la toxina botulínica. En teoría, estos anticuerpos podrían impedir que funcione con futuras inyecciones.

Sin embargo, hay personas que necesitan recibir más atención médica, incluidos otros medicamentos para evitar los ataques de migraña. Podrían ser fármacos cardiovasculares, como betabloqueadores y bloqueadores de los canales de calcio, ciertos antidepresivos y algunos medicamentos anticonvulsivos. Los medicamentos que se toman cuando se produce un dolor de cabeza por migraña también pueden ser útiles.

¿Efectos secundarios?

Incluyen hinchazón o moretones en el sitio de la inyección. En raras ocasiones, el medicamento puede extenderse a los tejidos circundantes y causar problemas, como párpado caído, cejas que parecen fuera de lugar, ojos secos o lagrimeo excesivo. Estos problemas tienden a producirse con mayor frecuencia en personas que ya han sufrido párpado caído o que son más sensibles a la toxina botulínica. En algunas ocasiones, administrar las inyecciones en un lugar ligeramente distinto puede disminuir este efecto secundario.

Si bien no es frecuente, existe la posibilidad de que el efecto de la toxina botulínica se extienda a otras partes del cuerpo y provoque síntomas como debilidad muscular, problemas de la visión, problemas para hablar o tragar, o dificultad para respirar. Si está embarazada o amamantando, los médicos generalmente desaconsejan el uso del bótox, ya que se desconocen los efectos del medicamento en un feto.