Es muy común que el estreñimiento o la diarrea se conviertan en tus peores enemigos durante los viajes. Diversos factores intervienen como el cambio de alimentación, saltarse las comidas y hasta excederse probando que incluso provoca inflamación abdominal y aumento de peso.

La comida no tiene que ser una complicación. De hecho, la buena alimentación durante un viaje debe verse como una herramienta que te ayudará a mantenerte activa y llena de energía a lo largo del recorrido. Los cinco consejos de USANA te ayudarán a disfrutar de la comida en tus viajes y no se convertirá en un inconveniente. ¿Lista para descubrirlos?

  • No olvides los esenciales, todo viaje para estar completo requiere de conocer la comida local, sin embargo, considera incluir en tu dieta los básicos que te ayudarán a conservar el equilibrio. Por ejemplo, una fruta al despertar como una naranja o pera, no requiere refrigeración, activa el metabolismo por la fibra y evita que te des un atracón en el desayuno. Prepara una lista de alimentos para comprar cuando llegues a tu destino y adquiere todo lo que sea razonable para tu estancia como frutos secos, agua para hidratarte o frutas.
  • Disfruta la cocina local, pero con medida. Evita la comida rápida, prefiere los platillos de un restaurante. Aprovecha para recorrer los mercados locales y disfruta de los alimentos de temporada y tal vez hasta de los antojitos; sólo no te excedas en su consumo.
  • Cuidado con las porciones, por lo regular en los restaurantes comes más de lo que se acostumbra en casa. El problema es que, biológicamente hablando, no nos sentimos realmente llenos sino hasta 20 o 30 minutos después de comer, razón por la que resulta muy fácil excederse. Para controlar lo que comes, ingiere un vaso de agua 10 minutos antes, acelerará la sensación de saciedad. Comparte y consume sólo la mitad de la porción, pide que la sirvan dividida.
  • Los refrigerios son vitales, para mantener la saciedad y evitar los antojos. Prefiérelos con un alto contenido de proteínas, por ejemplo: nueces, moras, quesos, barras proteicas o un shake de proteína u otros alimentos naturales, además de tomar agua.
  • Mantén el índice glicémico equilibrado, los alimentos procesados –como el pan blanco, el arroz blanco, las bebidas gasificadas y las uvas pasas— suelen provocar un agudo incremento en los niveles de azúcar al instante y después se desploma. Prefiere avena, la mayoría de las frutas, cacahuates o pepitas que preservan en niveles estables el azúcar, lo que facilita tener un nivel de energía más equilibrado a lo largo del día.