Este platillo típico se sirve únicamente en julio, agosto y septiembre, debido a que la mayoría de sus ingredientes se cosechan en esta temporada. Este manjar típico de la cocina poblana, es una de las obras maestras de su cocina mestiza que posee raíces sumamente barrocas. Creación de las monjas del Convento de Santa Mónica para Don Agustín de Iturbide.

Si las múltiples ocupaciones de la vida cotidiana no te permiten viajar a Puebla a degustarlos, no te preocupes porque en El Palacio de Hierro, encontrarás este emblemático platillo de nuestra gastronomía.

Los ingredientes para su preparación, son traídos directamente de Calpan, Puebla, el lugar que durante más de 100 años ha proveído a las casas de las familias más antiguas de Puebla y de los mejores restaurantes de México. Lo mejor es que en la Ciudad de México podrás visitar más de una vez para degustarlos en compañía de tu familia, amigas, pareja e incluso hasta para cerrar negocios con la complicidad y el sabor único de El Palacio de Hierro.