Me encanta el orden, siento que floto en casa cuando miro alrededor y todo está en su sitio. Pero, no siempre reina la tranquilidad, cuando dejo cuadernos botados encima del escritorio, bolsas en los sillones y uno que otro suéter regado, por lo regular me siento inquieta.
No me detengo a ordenar en mi afán por terminar con las cargas de textos, que requieren largas jornadas frente a la computadora. Sin embargo, una vez que el caos me saca de quicio, me detengo a ordenar.
Alto total
Por experiencia propia, sé que re-organizar el escritorio me tomará 15 o 20 minutos y seré más productiva, así que hago un alto y me concentro en limpiar, al tiempo que aclaró mi mente.
Te voy a enlistar algunos de los beneficios que se obtienen con el orden:
- Si todo está en su lugar es menos probable que pierdas tiempo buscando los zapatos que debes usar con tu vestido o las sandalias que hace tiempo no usas.
- Evita peleas, pues todo se encuentra a la mano, incluso los recibos de pago.
- Al ordenar la despensa, compras sólo lo necesario y tampoco desperdicias.
- Cuando trabajas, en casa, puedes ser más creativa no solo para trabajar, también para elaborar suculentos platillos.
- Tendrás una actitud más positiva y podrás sentirte en la libertad de invitar a amigos y familiares a tu hogar.