La colección Fiaba de Maurice Lacroix no sólo redefine la relojería femenina, sino que convierte cada pieza en un recordatorio de que cada instante es un nuevo comienzo. Con 12 versiones que muestran un diseño atrevido y un carácter único, este reloj es más que un accesorio: es un símbolo de evolución y estilo.
Precisión suiza con alma contemporánea
Maurice Lacroix se distingue por combinar innovación y tradición. No solo ofrece piezas con la más alta precisión suiza, sino que ha desarrollado 15 movimientos propios, reflejando su meticulosa atención al detalle.
Sueños y tiempo entrelazados
Fiaba no mide el tiempo en horas, sino en momentos que vale la pena atesorar. Su nombre, que en italiano significa «cuento de hadas», evoca esas historias que marcaron nuestra infancia, aquellas que nos enseñaron a desafiar límites y a imaginar sin restricciones.
Más que un reloj, una actitud
La mujer que elige Fiaba es sofisticada, auténtica y sabe apreciar la belleza de los pequeños detalles. Es alguien que transforma lo cotidiano en momentos con intención, construyendo su propio relato con cada segundo.
Estética con audacia
“Inspirado en los guijarros, esas piedras de río moldeadas por el vaivén del agua, Fiaba es un símbolo de transformación. Su diseño rectangular, un guiño al estilo, pero también a la valentía de reinventarse», explica Sinéad Monroy, Commercial Manager Timepieces.

Las características clave de la colección incluyen:
– Batería de larga duración, de 10 años.
– Tamaño versátil, de 24 a 34 mm, ideal para distintos estilos.
– Sistema de cambio rápido, permite personalizar el reloj con facilidad.
Así es como Fiaba se convierte en un clásico en constante evolución.
Con raíces profundas pero una esencia vanguardista, Fiaba no es solo un reloj, es un ícono de estilo y transformación. Cada pieza invita a soñar, sentir y vivir con intención.