En ocasiones conciliar el sueño es difícil, a pesar de haber tenido un día agotador. Los especialistas sugieren crear una especie de rutina que te invite a relajarte y logre el propósito de hacer dormir en cuanto te acuestes. Recuerda que si no descansas adecuadamente, se refleja en tu ánimo, productividad e incluso hasta en una piel opaca.

  1. Evita acostarte con el estómago lleno, es decir, después de cenar. Probablemente logre que te duermas de inmediato, sin embargo, existe la posibilidad de que te despiertes frecuentemente por la noche, lo que reduce el descanso, según informes de un estudio publicado por British Journal of Nutrition. Tampoco es buena idea dormir con hambre, también te despertarás. Por ello los expertos sugieren cenar al menos dos horas antes.
  2. Integra al magnesio en tu régimen nutricional, ya que juega un papel crucial en la regulación del sueño, ya que relaja y disminuye el insomnio. Lo mejor, es que también mantiene los huesos y músculos saludables, disminuye la presión alta y conserva en niveles estables el azúcar, según informes de Sleep Foundation. Encuéntralo en productos de soya, almendras, granos integrales, lechugas verdes.
  3. Prepara tu habitación, es ideal que se encuentre a oscuras y prueba a rociar un aceite esencial en tu almohada. Elige entre valeriana, geranio y ylang ylang que poseen propiedades calmantes y relajantes. No olvides dejar afuera tu tablet, computadora y móvil, ya que la luz azul que emiten provoca que tu ritmo circadiano se altere.
  4. Despierta en un horario regular, todos los días, eso implica los fines de semana también. Esa consistencia provocará que sientas sueño por las noches a la misma hora. Pruébalo al menos una semana y notarás la gran diferencia.
  5. Cuida la temperatura, en estos días que las temperaturas bajaron coloca otra cobija, te mantendrá cálida y conciliar el sueño rápidamente y no te despertarás por el frío a media noche.