El elipse tiene el poder de darle diferentes formas a las joyas que se tornan opulentas y atrevidas. Descubre Elipse, pura vanguardia de Suarez.

El Art Déco, con su fascinante mundo orgánico y su inconfundible carácter arquitectónico, siempre ha sido una musa constante para Suarez. Pero, por primera vez, la firma nos deleita con una colección que rinde homenaje a la elipse, esa figura que es sinónimo de elegancia atemporal y modernidad.

Parte de su ADN

Esta forma armónica y equilibrada se convierte ahora en la esencia de una colección que fusiona la tradición de la alta joyería clásica –grabada a fuego en el ADN de Suarez– con una visión fresca y contemporánea.

Brillante suntuosidad

Las piezas de la nueva colección ELIPSE nos envuelven con un volumen sofisticado, suavizado por curvas que fluyen con gracia. La magia se realza con un juego de hileras de diamantes blancos en talla brillante, que no solo aportan un destello inigualable, sino también un movimiento cautivador a cada joya. En esta primera entrega, descubrimos cuatro anillos, dos sets de pendientes y dos pulseras rígidas en oro amarillo de 18K. Además, un modelo de pendientes, un brazalete y dos opciones de sortija brillan con luz propia en oro blanco de 18K.

Curvas infinitas

La colección ELIPSE desvela dos interpretaciones magistrales de este diseño original, cada una con su propia identidad, pero fieles a la esencia de sus líneas puras y equilibradas:

– La primera versión: sorprende con hileras de diamantes dispuestas horizontalmente, cruzando el volumen de las joyas. Esta disposición crea un delicado contraste entre la luz y la forma, realzando la estructura de cada pieza con un equilibrio sutil y sofisticado. En los anillos, este diseño se materializa en tres deslumbrantes modelos: dos versiones estilizadas en oro blanco y amarillo de 18K, que irradian una estética refinada y ligera, y una tercera versión con mayor presencia, exclusivamente en oro amarillo de 18K.

– La segunda versión: más envolvente y dinámica, se distingue por la disposición de las hileras de diamantes en un movimiento circular hasta alcanzar el punto central. Lo que consigue un brillo en constante transformación que, según la incidencia de la luz, aporta profundidad a la joya.